Tres inundaciones en 45 dias, estamos en el delta .... (noviembre 2014)

Un cualquier sábado-noticias normales
A la mañana las primeras lanchas agitan el agua marrón cuando el gallo de Botarguez ha dejado de gritar. El charrúa y el zorzal insisten en despertar al hornero. A las nueve, cuando pasan los que llegan de continente, es tiempo de mate para nosotros y de agua con azúcar para los colibríes en la galería. Ya llegan los chicos, hay que… poco tiempo y muchas tareas comprimidas: limpiar el baño y la cocina, barrer y ordenar las salas, preparar el material para los talleres y… bocina lanchera. Los perros corren al muelle y le hacen fiesta a la fila india de compañer@s listos para tomar su posición. Delia cuenta cuánta leche y tè hay que servir, mientras Beatriz ofrece libritos y cereales. Algunos ya comieron libritos en la lancha… los niños reclaman actividad creativa. Aparecen pinturas en la mesa, hojas, pinceles, juegos. Las chicas más grandes van a bailar una mazurka de tres horas con un tul rosa, les gusta mucho mirarse en el espejo con el tul. Otros tocan un rock desafinado ahí en la sala de música mientras Fátima y Marcelo con su delantal buscan comida guardada en la alacena al lado del piano, Rocco el perro duerme en el bombo de la batería, Nilda corta cebolla, Beth morrones y Delia zanahoria. Peter hoy no fue a visitar la huerta, después de la inundación no quedó nada. Ahí atrás de los pinceles aparece un títere, cuenta un cuento. La mazurka de la sala de baile se mezcla con la chacarera de la cocina, con la canción de los titiriteros, con el rock que mientras se afinó, con la canción de quien llora porque alguien le agarró el pincel que era de alguien. La pizza está lista: ordenar todo. En la mesa se cruzan teorías raras, como las de quien dice que comer verdura hace bien y que hay que comer de todo. Ahí en frente las chicas se ríen, se quieren ir al muelle a charlar de cosas de chicas, pero si se levantan pierden el postre. El postre… las tortas psicodélicas de Delia. No terminamos el último trocito que… lanchaaaaaaaaa. Todos salen corriendo y suben formando la fila india del principio. Saludan y mandan besos de la ventanilla, como si estuvieran yendo al otro hemisferio. Todo vuelve al desorden abandonado, al canto del zorzal, al mate con mosquitos gordos amenazantes y a las vueltas del picaflor. Todo más todo lo que nos llenó hoy.